sábado, 26 de febrero de 2011

Caminar juntos.

Caminamos juntos
mudos por los años, por la distancia que ha pasado
y no nos deja nada que decir
taciturnos, por lo que ignoro de ti y lo que ignoras
de mi

omitiendo miradas que ponen a prueba nuestro contrariado amor
pensativos acerca de los amores de
ocasión que marcaron tanto y tan poco en nuestras vidas
las cuales se alargaron por aquellas
lagrimas que escurrían ocultándose con las lluvias del otoño.

Y con la soledad callada y voraz
que nos regaló el tiempo cuando cruzo nuestras miradas
pero seguimos en pie… caminando juntos
por luz y sombra por oscuros y blancos y preguntas sin
respuesta,
por banquetas angostas que nos obligaban a abrazarnos y
encerrarnos en nuestro mundo sin dolor, de música, platicas
sin ningún afán y cenas improvistas.

Por parques y jardines que nos invitaban a muchas cosas
y nos hacían llorar y cantar y tomarnos de la mano
y confesar nuestras debilidades.
Y después por esas playas sin mar que nos reflejaron
una vida a futuro y que borraron el pasado para
escribir una nueva historia juntos,
aquellas playas que nos dijeron al oído que no seria
fácil pero dieron aliento a nuestra
esperanza.

Y ahora estamos aquí caminando juntos como la primera vez
con la angustia de perdernos por momentos
y la promesa de volver llegada la noche.
 

Carlos Soto.

jueves, 24 de febrero de 2011

De mañana y tu

En mis calendarios, no estaba marcado ni un solo día a tu nombre
No marcaba llegada, ni despedida, ni besos.
Te veo dormida en mi cama, cansada, sin ganas de sol
No quisiera hacer ruido mientras preparo mi café, no quiero que despiertes, no quiero que te vayas.
Quiero tenerte así, un segundo más, para contar cada lunar de tus hombros, para tomarme el tiempo y acomodar  todo tu cabello, donde mejor te luzca.

En  minutos, pienso despertarte, besando todo tu humanidad y si resultan mis besos, te quedaras simulando que estas dormida.
Me meteré a la ducha, esperando una visita ingenua e inesperada (la tuya)
Mas tarde,  le pediré consejos a Filio y Sabina.

Mientras el calendario avanza, esta mañana se quedara marcada en mis manos
 No como inicio ni fin, sino como  un cuento sin personajes, con deseos y miedos
Mañana, no sé qué pasara, no sé si tendré un beso tuyo, es por eso que te beso así…
 Creo cruelmente que esta inestabilidad deliberada es la que me hace aferrarme a este juego.
Este juego que no quiero ganar, ni perder.
 solo quiero estar en él.
Y mañana si quieres, también te espero…



Roberto Molina.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Porque vos olvidas.


Sabes vos que a veces prefiero no verte,
no saber qué estás haciendo, con quien hablas,
que miran tus ojos verdes, sobrios, fríos,
y sin miedo te pregunto,
me estremece la respuesta me invade la incertidumbre,
pensar que mientes,
que tus piernas esconden más que calor,
que tus brazos se extienden a otros balcones.

Todo está bien, lo sabes tú, lo sientes tú
y dentro de mi no hay paz
se va la calma
se niega el entendimiento,
se sustenta el enojo, crece la ira.

No me he vuelto bueno,
ni responsable de mis acciones ni palabras,
lo que escribo genera una pesada losa de amargura
y no respiras.

Pero ni tu amor es tan bueno, ni tan grande
porque es para todos, porque no es de nadie,
no me he vuelto bueno mujer ni mas malo
y temo decirte que te quiero, que no espero de ti lealtad,
ni verdad, ni ternura, se que la tienes,
he querido que me ames a mi manera y me aterra.

Ya no reto a mi insomnio escribiendo, ni pensándote,
caigo de sueño y me provoca la idea de que te sueñes
de donde no eres,
pero no eres de nadie.

Pero ni mi amor es tan bueno,
mucho menos grande,
porque lo regale una vez, porque regresó,
y no busco amarte, y te amo.

Quiero sentir que te vas de mi vida,
quiero que te vayas y no vuelvas
y regreses día con día,
quiero trastocar sentimientos ocultos,
que sientas mi ira, sobre mí,
que me busques y no me encuentres
y no sientas nada,
y no me llames, ¿para qué?
y que me ames
pero quiero ser el bueno y soñarte y pensarte y amarte
y no ser yo.

Sabes vos que a veces prefiero no verte
pero llegaste, única, cual elección divina,
y prefiero verte.


Carlos Soto.

Ambigüedad de dos

A esas ideas con piernas largas, a todos los cabellos extraños en mi almohada
A ti que fuiste y nunca estuviste…
A ti y a esas amantes de cama, de sollozos de día, de risas, de noches
De lagañas cansadas y de holas a oscuras…
A ti, amiga, amante.
Que fuiste tantas y a la vez ninguna
Tantos suspiros sin sueño, de alegrías y noches gastadas que me encontré en noches de farra
A ti mi bien que sin testimonios te di mi vida,  sin roles sin firmas
A ti que jamás te fui infiel con ninguna
A ti mi vida, mi salvación
Mi bohemia.


Carlos Soto / Roberto Molina.



martes, 22 de febrero de 2011

Saber de ti

Fue la noche más larga,
el amor llega y así mismo se va
así pasa en mi vida
así pasa en mi colchón.

Nunca nos hablamos en realidad, fue un instante de sollozos
verte a los ojos y saber que algo me esperaba en tu vientre
fue decirnos hola, y enterarnos que éramos
buenos cómplices del engaño, del  deseo,
del  sabernos de cerca
y no tocarnos mientras nos quitamos la ropa.

Transcurrió la tarde,
de tu comida que expresaba pasión,
que apresuradamente comimos para bebernos el uno al otro.

Bailar con Sabina, y tu cadera
que hacia lucir esas medias negras,
dos cigarrillos que amarguen aún más tu aliento
y ese vino blanco que sazono nuestro encuentro.

Un trago mas, y un asiento frio
que enloqueció por ti
y amarte de frente y amarte de lado,
amarte a escondidas y de paso.

fue enamorarnos en una noche y entender
que el calvario en nuestros corazones continuaría
(y no seriamos los indicados para sanarlo).

Así es el amor que se escurre por las noches
que anega los moteles, que complace el deseo,
que ofende al propio amor,
y que termina con promesas que no se cumplen,
con poemas que no se leen,
con secretos que no se dicen.


Carlos Soto

Hola !



Tú y yo, somos absolutamente nada en esta tarde
Tú solo conoces en mi, este  intereses de perderme en tus ojos
Yo solo sé de ti, que tu belleza me atormenta, me pone de rodillas
Que tu piel es como agua salada, como playas mojadas, llena de lunas
Solo espero en ti, esa sonrisa que mata demonios y que tiene alas blancas
Tú aceptas nuestro primer café, con sus riesgos y  mis coqueteos
 El  reto es ganarme tus oídos, llenarlos de dulce trova
Es difícil conocerte, apenas recuerdo tu nombre
Pero que fácil escribirte, aunque es difícil contarle quimeras a los mismos sueños
Pero hoy me doy cuenta que no es imposible imaginarme contigo
Con una desconocida con nombre.

Roberto Molina.

Ambigüedad Numero 22

Se me han escondido mis letras
Se han ido siguiendo a tus ojos
Están perdidas entre tus piernas
O dormidas en tu cama
Me has dejado la boca tan seca
Como el sol en la arena.
Me da miedo imaginarme desnudo sin ti y sin mis tintas.
Esta noche escribiré sobre tus caderas
Sacare la inspiración de tu boca
Me perderé en tu cuello, para reencontrarme en tus pechos
Seguiré ese pequeño  sendero de tu espalda hasta perderme
Hasta empaparme de ti y de mis letras.





Roberto Molina.

domingo, 20 de febrero de 2011

Bohemia número 19

Con mil besos logre olvidarte
Sin frio, cubierto por otras pieles
Puede dejar de imaginarme finales a tu lado
Después de un pulmón desperdiciado, pude respirar nuevos aires
Pero basto con dos tazas de café para volver a soñarte
Todavía tengo los mismos dientes, la misma esencia a café y cigarrillo
Conservo mi buen gusto en los pentagramas
Aun puedo leer a Benedetti sin llorar
Puedo sacar mil demonios de una sola mujer
Tengo la gracia al bailar, al hablar, al amar
Pero también tengo recuerdos
Tengo la pisca más insípida de tus cariños,
Con eso ha de bastar para hacerme escribir,
Con esto ha de terminar la última copa.

Roberto Molina.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Tres "ambigüedades" escritas y recitadas por el buen Sabina

Lunática

Fémina de piernas incansables, de lengua franca, de miradas febriles.
Mujer de risas, de sueños, de copas, mujer bohemia
Deleite de muchos, envidia de otros.
Caprichoso ente de cariño, sobrado en pasión, lujuria encarnada y deseos perdidos.
Voz de mar, oídos de plata, piel de lunas manchadas.
Ojos de canciones gritadas y de celos besando a otros.
Historias menguadas, charlas cansadas
Amante de México, So
ñando con argentinos, bailando con madrileños
De manos hábiles al pincel
Con amistad de oro.
Sin olvidos en todo su ser.



Roberto Molina

Ambigüedad No 14

Y que de ahora.


Fui tiempo, fui luz y sombra.

Detrás tu espera

Fui olas y lágrimas y risas,

Detrás de tu espera, fui copa tras copa y estribos muy altos.


Luego dejé de esperar, y canté y me emborraché

Y me volví feliz porque sabía que venias,

Luego deje de esperar, y de tus ojos

Vi tu cielo,

Y de tus brazos abiertos tu belleza

Que dulce sensación de ternura creciente.


Que te quedaras no pedí

Porque fuiste tiempo, luz y sombra

Detrás de mi espera,

Que te quedaras no pedí,

Porque sabía que eras para siempre

Porque fueron tus ojos grandes y tu mano extendida

Quien me lo hicieron saber.

Ay amor y que de ahora,

Que somos tiempo, luz y sombra juntos

Que somos instantes y detalles y tantas vidas juntos,

Y que de ahora que te amo

Y que de ahora

Que te quiero eterna.


Carlos Soto

jueves, 10 de febrero de 2011

Que ya no te mire.

Que ya no te mire,
Alejarme porque estas por irte, porque hago daño a tu moral
porque el encanto nos reta a probarnos
A quererte de tarde, a ocultarte de miradas que dicen
Que no hay cariño.
Ni cielo ni vida ni princesa
No más, si no puedo ni rayar mil veces en tu nombre
Para estar cerca de ti,
Que ya deje de  lado la ternura arraigada q surgió de verte
Que me suelte porque estoy a tiempo, porque el amor no está hecho
Que difícil si solo quería volver a saberme de alguien
Que difícil solo acostumbrarme a verme en brazos ocupados
A soltar mis ilusiones una y otra vez porque llego tarde
Saltar una y otra vez cuando surge el fuego de probar lo prohibido…

Es suficiente no estar “tan” enamorado
No haber entregado nada porque ya lo habías entregado antes
Porque yo también ya lo había hecho,
Es suficiente y nos bastara para saber que el escape al amor tardío pudo haber fallado
Asi estaremos tranquilos sin especulación romántica…
Ni miradas de lejos que oculten intrincado amor
Y extrañarte unos días será suficiente…
Voltear y ver lo que paso, comprender que solo fue una distracción del amor
Porque quería prepararnos para lo mejor, juntarnos los insultos y las palabras de amor,
Los gritos, adulaciones y burlas cariñosas
Para guardarlas en el mismo corazón roto de hace años,
Para mojarlas con el amor injusto y que se pierdan
Para regalarlas al olvido.
Porque no dejamos que nos triturara el amor, porque fuimos fuertes.

Carlos Soto

Ambigüedad número 10

Tengo en mi garganta un silencio agitado.
Soy incapaz de tragármelo, de apagarlo
No confío en mi voz, sabe tu nombre y quiere gritarlo.

Me he inventado sentimientos en cada beso en bocas prestadas.
A veces, se sienten bien, al menos por segundos, son parecidos a tus besos.
Por instantes soy de saliva, solo por instantes.

He dejado de ser amigo de mis sueños
Cada vez que pueden, sin permisos ni mesuras, te traen hasta mi.
Me considero afortunado, por poder sonarte, después de haberte tenido en mi almohada.

Amanecimos ese día, tu desnuda y yo empapado en mis miedos.
Imaginándome junto a tu piel mil fantasías, en donde el tiempo era nuestro cómplice
Y la carne nuestro juego

Ya son muchas horas de silencios, sin tu risa, sin tu voz ronca
He extrañado la simpleza con que caminas, con que amas, con que fumas.
No miento esta vez, ni lo hice en ayeres, siempre te quise y se que te ame.

Estoy seguro que las almas se conocen, se alejan, pero jamás olvidan
No te hablare de ataduras, ni de camas, ni de llantos,
Solo te platicare de este ardor en mi garganta y de estos dedos fríos que no encuentran a quien tocar.


Roberto Molina.